Este procedimiento debe su nombre al efecto combinado que aprovecha la alteración bioquímica (hemoglobina que se transforma en metahemoglobina) y la optimización de la conducción facilitada de fotones que amplifican la repuesta física frente a una emisión láser de Nd-Yag.
En qué consiste la Terapia
En los últimos años ha surgido un nuevo tipo de tratamiento para las várices de las piernas beneficiado tanto por las ventajas de las
técnicas de láser conocidas en la actualidad y como las del manejo de los
esclerosantes en forma de microespumas.
La eficacia de esta nueva modalidad terapéutica se basa en el
cambio bioquímico que se induce en la
hemoglobina al estar ésta en presencia de polidocanol en forma de espuma.
El cambio de la
hemoglobina a metahemoglobina provocado por este efecto hace que las propiedades ópticas de la hemoglobina cambien dramáticamente.
Así, para una emisión elemental de láser de
Nd-Yag (1064 Nm), el coeficiente de absorción se multiplica por 3,5 veces.
Antes y después del tratamiento de várices.
También la presencia de
polidocanol en forma de espuma modifica las propiedades de conductividad de la sangre completa, confiriéndole propiedades de superconductor producto de los cambios en la tensión superficial por la participación de la microespuma.
Este efecto combinado que aprovecha la
alteración bioquímica (hemoglobina que se transforma en metahemoglobina) y la optimización de la conducción facilitada de fotones, que amplifican sobremanera la repuesta física frente a una emisión
láser de Nd-Yag, es lo que ha llevado a que este nuevo procedimiento se lo denomine
“Terapia Fotodinámica de Várices”.
Eficacia terapéutica
El láser de
Nd-Yag es significativamente eficaz para el tratamiento de las dilataciones venosas de las piernas hasta venas dilatadas de calibre máximo de 4 mm.
Su eficacia se acredita por la medida contrastada de la liberación de
citoquinas de
shock térmico (hps70 y GTF2) con el desecadenamiento de los fenómenos de reparación térmica y con la consecuente reabsorción del vaso térmicamente destruido.
Esta
respuesta de reparación es la que permite minimizar las posibles recidivas.
Sin embargo, la hemoglobina tiene un índice o coeficiente de absorción relativamente bajo para la emisión de 1064 Nm.
Energías masivas
Para obtener una eficacia suficiente es necesario, entonces, emplear energías por unidad de superficie (jul/cm2 o fluencia) especialmente altas a fin de poder suplir el defecto de absorción con entregas de
energías masivas.
El manejo de altas energías masivas para obtener eficacia en las várices de las piernas mediante un láser de
Nd-Yag es acompañado, necesariamente, por un
mayor riesgo de daño térmico indeseado, secuelas hipo o hiperpigmentarias y un disconfort (dolor) muy importante durante el tratamiento.
Así como también por la
limitación para poder acceder a vasos de un calibre mayor a los 4 mm como se mencionó anteriormente.
Antes y después de eliminar las várices de las piernas.
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